La historia de mi vida ha estado ineludiblemente ligada a la desventura, al padecimiento de situaciones dolorosas, de situaciones que me enfrentan a la realidad humana de maneras que jamás hubiese sospechado. En esa constante, en miles de ocasiones he querido indagar por el origen de mi karma, no obstante, la vida misma me ha dada los respuesta. De cada una de estas circunstancias y previo un duro proceso de aprendizaje, he salido fortalecida, he afrontado mis más grandes miedos y he acumulado valiosas lecciones de vida que de otra forma me habrían sido ajenas.
Otrora época el más mínimo asomo de insatisfacción hubiese sido motivo para desfallecer, para abandonar la tarea o para refugiarme en mi caparazón. Hoy, cuando la vida me enfrenta a situaciones que destrozan mi alma, puedo levantar mi cabeza y asumir con gallardía mis desasosiegos y tal vez, con entereza inimaginada, sea también capaz de tomar las decisiones que jamás me hubiese adjudicado en otro momento de mi existencia.
Explicar lo que siento es imposible con palabras. Jamás imagine que asumir la decepción como condición relativa a la esencia humana, me costará en este caso renunciar a gran parte de lo que soy. Extraño mucho a la mujer que se perdió en el trasegar de los días de dolor, pero agradezco a Dios por el ser humano que perfeccionó en mí, por su labor de alfarero misericordioso y por la capacidad de lucha que hoy sostengo gracias a su mediación.
En las tinieblas de mi soledad pude reconocer seres maravillosos que fueron mi bastión para continuar, que sostuvieron mi cuerpo mientras mi alma se desmoronaba y que me inyectaron su cariño como fuente de mi inmensa necesidad de fortaleza. Por esos ángeles y por la bondad infinita de tu corazón hoy te doy gracias y me entrego a ti confiada en tu misericordia.
No soy yo quien deba abrogarse la autoridad para juzgar, la vida misma cobrara justicia y redimirá el dolor. La senda por recorrer estará tal vez marcada por la desilusión y la desdicha propias de la lucha diaria, de cualquier forma, asumo la oportunidad que las circunstancias representan, se quién soy, cuales son mis fortalezas y mis necesidades de cambio, he apreciado cuanto valgo y de que soy capaz sin renunciar a mis valores...... lo único que lamento desde las entrañas de mi corazón, es la confianza supina en el género humano, origen repetitivo de mis más profundas decepciones.
De la vida y otras frivolidades
jueves, 10 de enero de 2013
jueves, 7 de junio de 2012
Del Balance....
Cuando
abro los ojos cada mañana y te encuentro a mi lado, cuando recorro cada rincón
de nuestro hogar y veo en él nuestras ilusiones hechas realidad, cuando el
brillo de los ojos de nuestra hija refleja su alegría, cuando sentados uno al
lado del otro reflexionamos sobre los sueños cumplidos, cuando proyectamos
juntos nuestras metas futuras, en cada uno de esos momentos y en cada instante
de mi vida, no puedo menos que agradecer
a Dios por todas sus bendiciones, por su infinito amor y por permitirnos tanta
felicidad.
No
obstante, sería ingrato restarnos crédito en estos logros, también es cierto
que cada una de nuestras realizaciones ha sido el resultado de la lucha
constante, del sacrificio, del apoyo mutuo, del mirar más allá de lo inmediato,
del dar todo lo que somos por lo que soñamos, de superar las derrotas con fortaleza
y asumir los éxitos con responsabilidad, Dios ha estado ahí, pero nosotros también
hemos luchado por estar a la altura de sus exigencias……..
Quienes
pudieren creer que las bendiciones de Dios afloran de la suerte y el azar,
ignoran las profundas enseñanzas de vida que devienen de la lucha, de la
satisfacción infinita de alcanzar los sueños a través del esfuerzo, del valor
agregado de la derrota y de la importancia de no desfallecer, de actuar de
manera íntegra en nuestra vida personal y laboral, de jamás perder la fe y de
compartir todo aquello que Dios nos da con los que nos necesitan.
Algunos
podrán pensar que mi punto de vista transcurre entre el fanatismo religioso y
la soberbia mundana…..sin embargo, tengo claro el equilibrio racional y
emocional que la vida en este planeta demanda. No se mueve la hoja de un árbol sin
que Dios lo quiera y nadie recibe en este mundo lo que no merezca. No estoy
diciendo con esto, que los seres humanos merezcamos sufrir o padecer, o llevar
una vida de dolor, a lo que me refiero es a que estos padecimientos son la mayoría
de las veces, el resultado de una vida desordenada, equivocada, malsana, de excesos, hipócrita
y en general de una vida lejos de Dios y de sus enseñanzas - cualquiera que sea
la idea que se tenga de él., en ultimas, lejos de una vida de respeto por la ética y la moral o simplemente de una vida de actuar mal, para aquellos más escépticos en la fe.
De
cualquier forma, a pesar de las luchas, los retos, los obstáculos, las derrotas
y el dolor padecido o que haya por venir, mi paso por la vida ha sido grato,
constructivo, formador y alentador y sea
cual fuere la senda por caminar, pondré a Dios como mi escudo, a mi hogar como
mi único refugio, y lo que soy, en procura de consolidar un mundo mejor para
todos y proporcionar digno ejemplo de vida para quienes nos sucederán.
lunes, 30 de abril de 2012
De tu presencia en mi vida………
Desde el espejo retrovisor, 20 años podrían parecer una eternidad, un
cúmulo de recuerdos efímeros o simplemente tiempo pasado. Sin embargo, toda
apreciación depende en gran medida de la óptica con que el espectador valore
y califique la situación, y en
este caso, hablar de mis últimos 20 años, es hablar de mis sueños, de mis
metas, de mi proyecto de vida, del sentido de mi paso por la vida, es hablar de
lo que más amo, es hablar de ti.
Hace 20 años nuestro único y más
valioso capital eran nuestros sueños, nuestros sentimientos y un puñado de
libros que se convertían en el único equipaje para el viaje, un viaje que al
día de hoy nos ha llenado de satisfacciones, de alegrías, de metas por cumplir
y de un montón de logros por construir.
Juntos hemos allanado el camino
para hacer realidad nuestras ilusiones juveniles, hemos sacrificado nuestro
tiempo y nuestros gustos en función de metas comunes y hemos agradecido a Dios
por cada una de sus bendiciones. A tu lado he compartido la inmensa felicidad
que trajo a nuestras vidas el rol de padres y he asumido sin condiciones los retos que la vida nos ha demandado.
De tu mano he afrontado las más infinitas pérdidas y he batallado en cada uno
de los escenarios que el destino ha dispuesto. Con tu amor como mi único escudo,
he afrontado las derrotas y asumido los fracasos sin rendirme, sin pensar
siquiera en la posibilidad de claudicar, con
la confianza que irradia aquel que tiene su mirada fija en una meta
y el valor de quien está plenamente seguro
de que solo esta vencido el que deja de luchar.
Tú has sido siempre mi bastión, mi polo a tierra,
mi compañero de viaje, mi confidente, mi tesoro. Hemos sido amigos, esposos,
padres, y tal vez seremos abuelos, la única condición que pido a Dios que no cambie,
es aquella que señala el inmenso amor que sentimos el uno por el otro.
Agradezco a Dios la infinita
fortuna de conocerte, el inmenso placer de caminar a tu lado y la incalculable
felicidad que encierra el compartir mi vida contigo.
lunes, 27 de febrero de 2012
De las ventajas de ser cursi.......
Cuando
iniciamos una relación sentimental son frecuentes las muestras de afecto, los
detalles, los regalos, las invitaciones a salir y una gran variedad de eventos
que nos permiten salir de la monotonía y disfrutar de la compañía y el afecto
de la persona que amamos. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos detalles
se vuelven cada vez menos frecuentes y la rutina del día a día termina por
alejarnos de lo realmente importante, de todo aquello que le da verdadero
sentido a nuestra vida.
Si
bien es cierto, nuestro éxito profesional y nuestro entorno laboral constituyen
eje primordial de nuestra vida, también lo es la construcción permanente de
fuertes lazos de unión y de afecto con nuestr@ compañer@ de viaje. Al final, es
indiscutible que poco valen los bienes materiales si no existe una pareja, una familia
con quien compartirlos y disfrutarlos.
No
obstante, es frecuente encontrar, familias que se destruyen por la falta de
atención, la falta de tiempo o la ausencia recurrente de uno de sus miembros, todo
ello, generalmente, en virtud de responsabilidades laborales que restan importancia
a la familia. Por esta razón es urgente revaluar el tiempo, los espacios y las experiencias compartidas con los seres
que amamos, la prioridad que otorgamos a la familia en nuestra agenda diaria,
pero sobre todo el costo – beneficio de nuestra ausencia en el hogar.
La
mayoría del tiempo nos esforzamos en acumular un capital económico, unos bienes
materiales que aseguren nuestro futuro y el de nuestros hijos, pero poco nos
esforzamos en propiciar momentos y situaciones para compartir y aprender
juntos, para conocer a nuestros hijos y para reavivar la llama del amor con
nuestra pareja.
No
significa esto que debamos ignorar nuestras responsabilidades laborales o
nuestras metas profesionales, estos objetivos son absolutamente complementarios a nuestro proyecto de vida y
deben armonizarse con la calidad y cantidad de tiempo que se comparte en
familia, con las experiencias de vida y con las demostraciones de afecto que
hacen nuestra vida más feliz.
Para
enviar flores o programar o preparar una cena romántica, una salida familiar, compartir una película juntos
o enviar un detalle sin motivo aparente, no se requiere más que voluntad y
afecto; sin embargo, su efecto en la unión de pareja, la estabilidad familiar y
la calidad de nuestra vida resulta
altamente positivo y reconfortante.
Si bien en pareja es mucho más fácil encontrar y disfrutar espacios en común, generalmente
es un poco más difícil encontrar puntos de encuentro con las aficiones de nuestros hijos,
no obstante, involucrarnos con ellos, con su amigos y con sus gustos y aficiones
es mucho más fácil cuando se crean fuertes lazos de unión, de confianza y de
afecto entre los miembros de la familia. Así mismo, compartir espacios y
momentos especiales con nuestra pareja, nos ayuda a salir de la rutina y a
reavivar sentimientos con esa persona
con quien compartimos la vida y construimos un proyecto común: SER FELICES…..
Del sufrimiento y otros padecimientos………
Si
bien nuestro paso por la vida no puede ser ajeno al sufrimiento y el dolor, es
absolutamente necesario asumir el duelo, las pérdidas y los padecimientos con
la objetividad, la cordura y la templanza
necesarias para tomar decisiones, redefinir el camino y continuar la
lucha. Encontrar una solución no siempre es fácil, pero es aún más desalentador, mantenernos en desasosiego
permanente y autodestruirnos en el proceso.
No
significa esto negarnos a sentir o a expresar abiertamente nuestras emociones,
lo que ello infiere realmente, es una actitud proactiva que nos anime a buscar
alternativas y a generar -cualquiera que sea su origen- emociones positivas
después del duelo. Cuando nos enfrascamos en la depresión y la desesperanza o
en el miedo a la toma de decisiones, sesgamos toda posibilidad de volver a
empezar, de volver a creer y de construir efectivamente situaciones de
bienestar. Ser exitoso no significa no sufrir, sino, saber asumir y enfrentar
las situaciones difíciles.
Aunque
es innegable que muchas veces la vida nos abroga el papel de víctimas, también
lo es que en muchas circunstancias, nuestra actitud, nuestros pensamientos y
nuestros miedos nos victimizan y nos
hacen responsables de las situaciones que nos rodean.
La
invitación es a la autodeterminación, al optimismo, a ser capaces de
perseverar, a construir, a jamás perder la fe en lo que somos y lo creemos, a
dar lo mejor de lo que tenemos y a dejarnos rodear solo de pensamientos
positivos, de sentimientos nobles y de seres humanos capaces de aportarnos
enseñanzas efectivas para nuestra vida.
miércoles, 25 de enero de 2012
De la tecnología y sus bondades.....
Cuando
era niña disfrutaba con emoción de las noches de tertulia con mis abuelos, mis
padres y mis tíos, escuchando las rebuscadas historias de terror y las
anécdotas de vida que rodearon su infancia. La televisión, aún en blanco y
negro, tardo algunos años en llegar a casa y para mí, el pensar en ese inmenso
aparatejo que transmitía imágenes, era simplemente una experiencia
indescriptible. Con el tiempo y con el nuevo mueble en la sala de la casa, las
noches de tertulia fueron siendo menos y todos los miembros de la familia nos limitábamos a
sentarnos horas enteras frente al televisor, sin musitar palabra y sin realizar ninguna otra actividad,
extasiados con la magia que la caja de madera y pantalla traslucida ofrecía.
Esto sin contar con la molestia que significaba el nuevo oficio que nos fue
asignado a los más chicos y que consistía en fungir como controles remotos
humanos, subiendo el volumen o cambiando el canal al antojo de los adultos,
quienes preferían evitar la fatiga y no levantarse a realizar por si mismos tal
labor.
Sin
embargo, aún disfrutábamos de los paseos al parque, al río, a visitar a
nuestros primos, a la finca de los parientes -donde aún no había televisor- o
simplemente a comer helado los domingos. Hoy todo es diferente, y lamento
afirmar que para mí, no mucho mejor, si bien la tecnología ha traído inmensos
beneficios a la humanidad, a las comunicaciones, al desarrollo de los pueblos,
no ha sido así su influencia en los núcleos familiares.
No
es extraño ver que los domingos en familia, incluyendo en ocasiones a la mía,
se limiten a tardes de soledad acompañada, tardes en las cuales cada miembro de
la familia se confina en su pequeño mundo tecnológico –léase blackberry, I Pad,
I Phone, Tablet, computador personal, video juegos- sin que medie comunicación
o dialogo alguno entre ellos. No obstante, no censuro a ultranza el uso de estos aparatos, pues son
indiscutibles sus bondades en el mundo moderno, a lo que aún no me acostumbro,
es a las funestas consecuencias de su uso indiscriminado en la unidad, el
dialogo y la armonía familiar.
No
voy a declararme enemiga acérrima de los avances tecnológicos, por qué por
ellos mismos me permito el placer de mi trabajo, de comunicarme, de expresar y escribir
lo que pienso y de obtener la
satisfacción de saber que alguien posiblemente lo leerá -aunque pueda no opinar
lo mismo que yo-, lo que si me niego a aceptar, es que por su existencia misma,
tenga que negarme al goce de los seres que amo, de hermosos momentos juntos o de
un delicioso arrunchis de domingo.
De
cualquier forma, mi invitación es al uso moderado de estas importantes ayudas
tecnológicas, a su disfrute en familia –pues algunos como el
Wii, por ejemplo, me resultan excepcionalmente divertidos- . Es nuestro deber
como padres verificar que las nuevas
tecnologías contribuyan al bienestar familiar y no se constituyan en adicción
individual, debemos promover y recuperar la diversión al aire libre, el
disfrute de la belleza del paisaje y la naturaleza, el rescate de las bondades
de la tertulia familiar. El uso no nos puede llevar a abuso y es menester
recordar que el ejemplo empieza por casa……
martes, 24 de enero de 2012
De la génesis......
Tal vez resulte demasiado osada la aventura, sin embargo, intentaré plasmar en este espacio mis humildes opiniones, mis percepciones y mis sentimientos, de tal forma que, quien sabe, esta pueda ser una huella indeleble de mi existencia. No importa si lo leen 1, 10 o 10.000, si la redacción o la gramática son flojas o simplemente malas, solo quiero compartirlo con quienes ven en mi más allá de lo evidente, con quienes comparto mi alma, con quienes vivirán en mi por siempre, con quienes han marcado huella en mi vida, por mi, por ellos y para ellos este blog....................
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